Todo apunta hacia el triunfo. El triunfo se traduce en dinero. El dinero compra adulaciones. Las adulaciones hacen perder el piso. El piso se puede partir por un temblor. El temblor puede traerte la muerte. A la muerte, entonces, no le importará ni tus triunfos, ni el dinero, ni tu reconocimiento. Llegará, tarde o temprano, pero llegará.


-¿A que te dedicas?
-Trabajo.
-Orale, fuiste a la universidad?
-Sí.
-Y te graduaste?
-Sí
-De qué?
-Lic. en Derecho
-Órale, que buena onda, mucho campo de trabajo ¿no?. Fíjate que tengo una hermana que se casó en Estados Unidos pero aquí no y tiene niños y quiere demandar al papá pero no sabe como hacerle porque el papá está en el bote porque pasó droga, entonces mi hermana, que también ha estado en el bote, quiere pedir el perdón al consulado para demandar allá y que le den de esos bonos para comida y ayuda el gobierno y todo eso, pero fíjate que para pagarlo quiere vender una casa que tiene que está hipotecada, pero que no está a su nombre, pero es de ella, ella la pago, como le puede hacer eh???

En ese momento quise decirle: La neta no sé y no me importa sin embargo dije algo como: pués no sé, déjame checarlo y te aviso para platicar ya má en forma y que me expliques bien.

Alguien debería de dar charlas vocacionales de a deveras en las preparatorias y secundarias. Esa idea errónea de que a uno le enseñan hasta el más añejo artículo transitorio y que se las sabe de todas todas está mal.


Me cagan muchas cosas, pero adoro otras muchas más.
Me cagan los antros y su cover de 76 mil dlls. Nunca he entendido porqué se tiene que pagar para ver "nalguitas" bien o para pistear.
Me cagan los amigos de antaño que hacen sus random's comeback's y esperan que todo sea como antes. Face it, no lo es.
Me caga que si uno decide permanecer al márgen nunca falte el insistente. Andale, vamos. Andale, hábla. Andale, no seas rencorosa.
Me caga la pretensión, en serio, no puedo con eso. Odio el ambiente pseudonice de la carrera que me gusta mucho -y que estudié-. No puedo con todo ese formalismo lamebotas ni con esas risitas cómplices desde el rincón de una carne asada. My mistake, lo sé, pero no puedo.
Me caga la pobre valoración de las personas respecto de la palabra amistad. Amistad implica un compromiso muy grande, desinteresado y sobre todo, duradero. No hay amistades de un mes, ni de 6 meses. Es un pendejo el que considere que en 2 días ya se es amigo de alguien. Como dicen, la amistad es como un cristal, puede durar ahí años, pero cuando se hace pedazitos, no hay poder humano que lo pegue.
Me caga la poca espontaneidad, el planificar, el concertar. Puta madre, no estamos en el mundo laboral 24/7.
Me caga que las personas hagan cara de fuchi respecto a comida se refiere. Hay preferencias, claro, pero el respeto ante todo.
Me caga que ya nadie pida el teléfono de casa. También existe, y'all.
Me caga que el contacto humano se esté resumiendo a las actualizaciones en Facebook, el Myspace o el MSN.
Me caga que no entiendan las cosas que disfruto.

Sin embargo

Me gusta descubrir cosas nuevas con gente nueva y así. Platicar de estupideces, tomarnos una caguama en la banqueta, tener nuevas experiencias.
Me gusta ir al cine gratis. Me gusta ver en pantallota las películas por las que nadie paga un peso.
Me gusta el hecho de haber vuelto a confiar en las mujeres para consolidar una amistad chingona. Creo que voy construyendo dos amistades que espero sean duraderas -haré lo propio para que así sea- y eso me emociona de sobremanera.
Me gusta el saberme incondicional de alguien y saber que ese alguien es mi incondicional. Alto nivel de chancleo pero mi mejor amiga es mi otra mitad. Así de simple.
Me gusta saber deshacerme de la mierda. En serio, me costó años, pero ya no me espero, ya no prolongo y mucho menos postergo.
Me gusta escuchar a Elton John y platicar de lo chingón que era con personas que no nada más lo conozcan por el Rey León.
Me gustan mucho mis viernes.
Me gusta mucho cocinar para alguien. Creo que esa es mi muestra top: cocinarle a las personas que quiero.
Me gusta no saberme indispensable, necesaria o requerida. Antes me preocupaban esas mamadas, ya se me pasó, todos somos de momentos.
Me gusta reirme, si es posible todo el día, mejor.
Me gusta invitar a mis amigos a los tacos de 5 pesos.
Me gusta más que esos amigos no hagan cara de fuchi.
Me gusta estar con mi familia, en mi casa, con mis perritos. Adoro hablar con mi mamá, burlarme con mi tía o ir en el carro con mi tío a comprar churros locos o doritos con queso. Amo, idolatro y adoro a mi familia, de todo a todo.



Mucho gusto, me llamo Liliana.
Tengo 27 años, nací bajo el signo de Sagitario, soy fumadora empedernida, la carrera que estudié no me representa ni me define y a veces les hago caras feas a las personas sin necesidad, pero tengo sentimientos eh.
Así debería de presentarme.

Hace dos semanas tuve una de las borracheras más divertidas en mucho tiempo -excepto la de mi cumpleaños que estuvo muy rikikukis-.
Fuimos a la casa del amigo del amigo del novio. Un cotorreo chilo, muchas historias ajenas a las realidades de cada quien.
Curiosamente no tomé tanto -2 caguamas en mi mundo son nadita-, curiosamente no fumé nada extraño, curiosamente nadie se quejó ni viboreó ni hizo menos a nadie ni trajo cosas del pasado para incomodar al presente ni nada.
Los hombres, a pesar de su pleno y completo estado de briaguez y dopez, se portaron como caballeros -y no como caballeros esperando tener su lucky night-, algo muy poco usual en las personas de hoy en día (¿pues con quien te juntas?).
Ya se me había olvidado lo que es que lo traten a una como persona... Chale.


Parafraseando a Morrissey: De todos modos, quién te preguntó? Es mi vida para hundir, mi manera.