vivo entre libros siniestros
unos locos
otros tiesos
me desgarran las entrañas
se encarecen en mis ojos
tejiendo mil telarañas
de historias que no han cruzado
por mis párpados sus pasos
poniéndome al mundo en calma
teniéndome entre sus manos
y encajonada respiro
un temor tan a descaro
por leerlos sola y cierta
sintiendo con desafano
la alegría que da inundarme
de palabras endulzadas
ya después de a poco siento
el cansancio exacerbado
de pasar por lo imposible
al soñar mundos pintados
entre ecos de tibia tinta
que hablan en labios cansados
que destazan infinitos
en éste umbral cotidiano.