A Doña Nadie no le importa
Ella cree
Quiere vivir creyendo
Ocultándose la verdad que se le escupe
Doña nadie no cuestiona.
Siempre correcta
Bien puesta
Las buenas maneras
y esas pendejadas que nos ha enseñado la televisión.
Doña Nadie no se sabe Doña Nadie.
Y ve la vida
Y espera que la vida la tome a ella
y le de de chingadazos
todo para despertarla del letargo
en el que se ha sumido por decisión propia
Doña Nadie, tan buena, tan frágil
Tan engañosa y posesiva
erradicando lo bueno y desdeñando lo malo
escudriñando las vidas ajenas
Ah, Doña Nadie.
Nadie le dijo a usted que la vida se vive
no se comparte.