Todos tenemos algo así como los golden years, ¿no?. Bueno, los míos fueron los 90's.
En los 90's estaba en la prepa (gen.97-2000) y me divertía mucho. Hoy me divierto, pero creo que de manera diferente.
Mi día empezaba a las 6 de la mañana; shower, get my converse, long skirt & white shirt y vámonos. Clases de química, biología, inglés, skip one of those, agarra la caguama, vámonos a matemáticas con el Tanate, salir a la 1 pm y toooooda la tarde libre para mí y mis pendejadas (compartidas, la mayoría de las veces).
Si sintonizaba en la telera el MTV, siempre había un video que me gustaba: desde Tupac, Cypress, Conexión con el annoying & papi chulo de Arturo, Raizónica, ese bato de Alfredo y su larga cabellera castaña que me recordaba un chingo al cantante de Blind Melon, más videos de mi reciente descubrimiento Tori Amos, Red Hot Chili Peppers, la buena época de Green Day, el ska pop para morras de No Doubt, Ironic de Alanis..........rolas que con el paso del tiempo se han convertido en la rola de karaoke para nostálgicos de van-vieja-guardia.
Los problemas eran los típicos de esa edad, que si me dieron quebrada de llegar a la 1 am, no, que a mi a las 2, ¿en qué nos vamos a ir al tokín?, traigo 100 pesos, con eso se arma, mi amá me cagoteo porque me perforé la nariz.
Todo era más barato, todo. Los tacos costaban como 7 pesos, las caguamas como 15 y los cigarros como 17. La entrada a las tocadillas costaba 10 pesos y 5 el vaso de cheve. Nombre, con 200 pesos ibas pero si bien armado.
Los converse costaban como 22 dólares (ahora cuestan 30, pero el tipo de cambio de aquellas épocas era de 7 pesos; do the math), los Adidas 40.
Ir a Dysney o a Magic era, en aquél entonces, sumamente fácil: 45 dlls ida y vuelta. Con 100 dólares pagabas el transporte, el boleto y te alcanzaba para las comidas aberrantes que venden allá, y hasta para uno que otro souvenir (sí, todavía vendían llaveritos de one dollar).
Las relaciones one on one eran la onda. El novio que te lleva a los tacos y comparte su caguama contigo, que se ríen juntos, que aprenden juntos, que descubren juntos.
Te valía madre si tenía chamba o hablaba perfect english, si su futuro era prometedor o si el carro que tenía era sacado de la agencia. Querías conocer a la persona, te enamorabas y te desenamorabas cada 5 minutos y nadie la hacía de pedo (el término puta estaba reservado para las bien hardcore).
Si amanecías de humor, pasabas de la larga greña con capas al estilo mohicano de rancho, todo aderezado con greñas moradas/verdes/rosas. Nadie se espantaba, porque bueno, pensaban que eran cosas de la "edad" (como me gustaría ver la cara de los de la chamba si llegara mañana rapada de un lado y con el pelo azul, seguro me corrían).
No había tantas pretensiones, no había que hacer citas con un mes de anticipación para pistear con los (ocupadísimos) compas, si no había para la caguama nadie se quejaba del agua loca. Todo era compartir, sin envidias, lo poco o mucho que cada quién tenía.
Ahora, pués bueno, cambió el panorama.
Si vas a pistear, a la hora de la cuenta, salen 5 mil celulares para hacer el pago lo más equitativo posible. Nadie confía en nadie ya. Nadie dice "eh wey, no hay pedo, yo pago".
Los que antes pisteaban de banquetazo se convirtieron en gurús del antro, que no pistean si no tienen un Buchanan's y dos tres viejas afloja todo a su lado.
Se acabó la educación, los buenos modales, las llamadas para ver como estás, es más, las llamadas a la casa, no me voy tan lejos. Ahora nada funciona sin el 686 o sin el text message. Todo bien impersonal, bien mecánico.
Con el paso del tiempo, te vas metiendo a esa onda, me refiero a la onda del celular chilo (que sí, me gustan), del Ipod (que cuesta una barbaridad, el cd player era la onda y más barato), del Itunes (me sigue gustando más el disco), del mejor carro, de quién compró ya casa, de quién se va a casar, de quién tiene palancas en tal parte.
Extraño el cagadero y la espontaneidad. Ya no me puedo fumar un churro porque "oh my gosh!, la licenciada grifa", ya no me puedo poner peda porque quesque ya estoy grande, ya me critican porque gasto 100 pesos en pendejadas y que esos me servirían, mejor, para gasolina.
Es eso, extraño, justamente, la libertad que te brinda la espontaneidad, porque crecer y tener responsabilidades no vale un carajo si no te diviertes, si no la cagas, si no te llevas entre las patas a los estándares de vez en cuándo.
¿Cuándo el mundo se volvió tan aburrido?
¿Cuándo las personas me empezaron a hartar?
¿Cuándo se volvieron tan extremistas?
¿Porqué no saben balancear el pedo?.
Miss you, 90's. Miss me in the 90's.
Lo chilo es que siempre hay seres humanos normales con quién compartir las cosas chilas de la vida, sin pretextos de por medio, just like in the 90's.
En los 90's estaba en la prepa (gen.97-2000) y me divertía mucho. Hoy me divierto, pero creo que de manera diferente.
Mi día empezaba a las 6 de la mañana; shower, get my converse, long skirt & white shirt y vámonos. Clases de química, biología, inglés, skip one of those, agarra la caguama, vámonos a matemáticas con el Tanate, salir a la 1 pm y toooooda la tarde libre para mí y mis pendejadas (compartidas, la mayoría de las veces).
Si sintonizaba en la telera el MTV, siempre había un video que me gustaba: desde Tupac, Cypress, Conexión con el annoying & papi chulo de Arturo, Raizónica, ese bato de Alfredo y su larga cabellera castaña que me recordaba un chingo al cantante de Blind Melon, más videos de mi reciente descubrimiento Tori Amos, Red Hot Chili Peppers, la buena época de Green Day, el ska pop para morras de No Doubt, Ironic de Alanis..........rolas que con el paso del tiempo se han convertido en la rola de karaoke para nostálgicos de van-vieja-guardia.
Los problemas eran los típicos de esa edad, que si me dieron quebrada de llegar a la 1 am, no, que a mi a las 2, ¿en qué nos vamos a ir al tokín?, traigo 100 pesos, con eso se arma, mi amá me cagoteo porque me perforé la nariz.
Todo era más barato, todo. Los tacos costaban como 7 pesos, las caguamas como 15 y los cigarros como 17. La entrada a las tocadillas costaba 10 pesos y 5 el vaso de cheve. Nombre, con 200 pesos ibas pero si bien armado.
Los converse costaban como 22 dólares (ahora cuestan 30, pero el tipo de cambio de aquellas épocas era de 7 pesos; do the math), los Adidas 40.
Ir a Dysney o a Magic era, en aquél entonces, sumamente fácil: 45 dlls ida y vuelta. Con 100 dólares pagabas el transporte, el boleto y te alcanzaba para las comidas aberrantes que venden allá, y hasta para uno que otro souvenir (sí, todavía vendían llaveritos de one dollar).
Las relaciones one on one eran la onda. El novio que te lleva a los tacos y comparte su caguama contigo, que se ríen juntos, que aprenden juntos, que descubren juntos.
Te valía madre si tenía chamba o hablaba perfect english, si su futuro era prometedor o si el carro que tenía era sacado de la agencia. Querías conocer a la persona, te enamorabas y te desenamorabas cada 5 minutos y nadie la hacía de pedo (el término puta estaba reservado para las bien hardcore).
Si amanecías de humor, pasabas de la larga greña con capas al estilo mohicano de rancho, todo aderezado con greñas moradas/verdes/rosas. Nadie se espantaba, porque bueno, pensaban que eran cosas de la "edad" (como me gustaría ver la cara de los de la chamba si llegara mañana rapada de un lado y con el pelo azul, seguro me corrían).
No había tantas pretensiones, no había que hacer citas con un mes de anticipación para pistear con los (ocupadísimos) compas, si no había para la caguama nadie se quejaba del agua loca. Todo era compartir, sin envidias, lo poco o mucho que cada quién tenía.
Ahora, pués bueno, cambió el panorama.
Si vas a pistear, a la hora de la cuenta, salen 5 mil celulares para hacer el pago lo más equitativo posible. Nadie confía en nadie ya. Nadie dice "eh wey, no hay pedo, yo pago".
Los que antes pisteaban de banquetazo se convirtieron en gurús del antro, que no pistean si no tienen un Buchanan's y dos tres viejas afloja todo a su lado.
Se acabó la educación, los buenos modales, las llamadas para ver como estás, es más, las llamadas a la casa, no me voy tan lejos. Ahora nada funciona sin el 686 o sin el text message. Todo bien impersonal, bien mecánico.
Con el paso del tiempo, te vas metiendo a esa onda, me refiero a la onda del celular chilo (que sí, me gustan), del Ipod (que cuesta una barbaridad, el cd player era la onda y más barato), del Itunes (me sigue gustando más el disco), del mejor carro, de quién compró ya casa, de quién se va a casar, de quién tiene palancas en tal parte.
Extraño el cagadero y la espontaneidad. Ya no me puedo fumar un churro porque "oh my gosh!, la licenciada grifa", ya no me puedo poner peda porque quesque ya estoy grande, ya me critican porque gasto 100 pesos en pendejadas y que esos me servirían, mejor, para gasolina.
Es eso, extraño, justamente, la libertad que te brinda la espontaneidad, porque crecer y tener responsabilidades no vale un carajo si no te diviertes, si no la cagas, si no te llevas entre las patas a los estándares de vez en cuándo.
¿Cuándo el mundo se volvió tan aburrido?
¿Cuándo las personas me empezaron a hartar?
¿Cuándo se volvieron tan extremistas?
¿Porqué no saben balancear el pedo?.
Miss you, 90's. Miss me in the 90's.
Lo chilo es que siempre hay seres humanos normales con quién compartir las cosas chilas de la vida, sin pretextos de por medio, just like in the 90's.
AUDIO
Don't look back in anger.mp3
HUMOR
Bleesed
DATO CURIOSO
-escrito mientras wachaba I love 90's, on VH1.
Don't look back in anger.mp3
HUMOR
Bleesed
DATO CURIOSO
-escrito mientras wachaba I love 90's, on VH1.